Si tu gato acaba de pasar por una cirugía, seguro que quieres hacer todo lo posible para que se recupere rápido y bien. Una rutina de ejercicios adecuada no solo ayuda a su cuerpo a ponerse en forma otra vez, sino que también puede mejorar su ánimo. Aquí te contamos cómo puedes ayudarlo paso a paso.


¿Por qué es importante que se mueva un poco tras la operación?

Después de una operación, es normal que tu gato esté más tranquilo o incluso un poco perezoso. Pero moverlo de forma suave y controlada tiene muchos beneficios:

  • Evita que sus músculos y articulaciones se queden rígidos.
  • Mejora la circulación, lo que ayuda a que cicatrice mejor.
  • Previene que suba de peso, algo que podría complicar su recuperación.
  • Y, lo más importante, le levanta el ánimo.

Pequeños movimientos pueden marcar una gran diferencia en su recuperación.


Antes de empezar: Habla con tu veterinario

Antes de hacer cualquier ejercicio con tu gato, asegúrate de consultar con tu veterinario. Cada gato y cada operación son diferentes, así que es importante adaptar la rutina a sus necesidades.

👉 Importante: Respeta el tiempo de reposo que te recomienden. No hay que forzar nada.


¿Cómo debería ser la rutina de ejercicios?

1. Movimientos suaves (los primeros días)

En los primeros días, tu gato estará muy delicado. Lo ideal es que empieces con movimientos pasivos:

  • Acuéstalo cómodamente y mueve con mucha suavidad sus patitas, como si estuviera caminando.
  • Hazlo unas pocas veces al día, con 5-10 repeticiones por pata.

Esto le ayudará a mantener cierta movilidad sin mucho esfuerzo.

2. Juegos tranquilos (después de la primera semana)

Cuando tu gato se sienta un poco más animado, intenta atraerlo con juguetes suaves, como plumas o bolitas.

  • Haz sesiones cortas, de 5-10 minutos.
  • Asegúrate de que no haga movimientos bruscos, como saltar o correr.

Jugar le ayudará a recuperar fuerza y a mantener su mente activa.

3. Pequeños paseos dentro de casa (a partir de la segunda semana)

Anímalo a caminar un poco. Puedes usar su comida favorita o algún premio para atraerlo.

  • Asegúrate de que camine en superficies antideslizantes para evitar accidentes.
  • Hazlo a su ritmo, sin presionarlo.

Cosas que deberías evitar

Aunque sea tentador verlo moverse más, evita que:

  • Salte al sofá o a superficies altas.
  • Suba o baje escaleras.
  • Haga ejercicios intensos, como correr detrás de algo.

Todo esto podría poner en peligro su recuperación.


Presta atención a estas señales

Si durante los ejercicios tu gato muestra signos de dolor, se cansa demasiado rápido o notas que la zona operada está inflamada o enrojecida, detén la actividad y contacta a tu veterinario.


Un poquito de paciencia, mucho cariño

Ayudar a tu gato a recuperarse es un proceso que requiere tiempo y paciencia, pero vale la pena. Con una rutina de ejercicios adecuada y mucho amor, pronto lo verás volver a ser el de siempre: juguetón, ágil y lleno de vida.

Si tienes dudas o necesitas más consejos, no dudes en visitar nuestra clínica. Estamos aquí para ti y para tu compañero peludo. 🐾